La fe y sus características

Vocación de San Mateo de Caravaggio

El cristianismo es el encuentro personal con Cristo vivo. 

En este sentido, el cristianismo no surge de una iniciativa humana que busca "un ser superior". Más bien, para el Cristiano es Dios el que sale a su encuentro. Dios mismo, se hace hombre, en la persona de su hijo, para donarse por amor a todos y a cada uno de los hombres.

¿Cómo puede responder el hombre? 

En este artículo responderemos a esta pregunta con el significado y las características de la fe.

El Catecismo de la Iglesia Católica (en adelante C.I.C) afirma "Dios invisible habla a los hombres como amigos, movido por su gran amor y mora en ellos para invitarlos a la comunicación consigo...La respuesta adecuada a esta invitación es la fe" (C.I.C nº142).

Entonces, recordemos que la fe puede entenderse como un modo de conocimiento. Nos referimos aquí al hecho de creer o confiar en la relación con los demás. En otras palabras, hacemos mención a la fe como un acto voluntario, que se ejerce en distintos ámbitos de la vida cotidiana. Ejemplos pueden ser cuando creemos al profesor de una materia dada, cuando el científico no comprueba una fórmula porque creen en la veracidad y en las pruebas que ya se han realizado. 

Por otro lado, también hemos mencionado que la fe es una "virtud teologal". En este sentido se trata de una Gracia, de un don de Dios. Esta fe nos permite creer en Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo; que el hijo de Dios se hizo hombre, que murió y resucitó para el perdón de los pecados. Podríamos agregar todas las verdades reveladas que profesa el Credo católico. 

Según la enseñanza de la Iglesia Católica, la fe no es un acto fundado en un objeto absurdo e incomprensible.
A pesar de que las verdades reveladas aparecen a menudo como oscuras a la razón natural, creemos debido a la autoridad de Dios mismo que se revela. El C.I.C explica:

..."para que el homenaje de nuestra fe fuese conforme a la razón, Dios ha querido que los auxilios interiores del Espíritu Santo vayan acompañados de las pruebas exteriores de su revelación» (ibíd., DS 3009). Los milagros de Cristo y de los santos (cf. Mc 16,20; Hch 2,4), las profecías, la propagación y la santidad de la Iglesia, su fecundidad y su estabilidad «son signos certísimos de la Revelación divina, adaptados a la inteligencia de todos», motivos de credibilidad que muestran que «el asentimiento de la fe no es en modo alguno un movimiento ciego del espíritu» (Concilio Vaticano I: DS 3008-3010)". (C.I.C nº 156)

La fe busca comprender, es decir, no descansa en una "ceguera intelectual". El creyente busca comprender los misterios revelados, este entendimiento suscitará, a su vez, una mayor fe. En palabras del Catecismo, "la gracia de la fe abre «los ojos del corazón» (Ef 1,18) para una inteligencia viva de los contenidos de la Revelación, es decir, del conjunto del designio de Dios y de los misterios de la fe, de su conexión entre sí y con Cristo, centro del Misterio revelado"(C.I.C nº158). 

La fe, como acto del entendimiento, no niega al conocimiento proveniente de la ciencia. 

"Por eso, la investigación metódica en todas las disciplinas, si se procede de un modo realmente científico y según las normas morales, nunca estará realmente en oposición con la fe, porque las realidades profanas y las realidades de fe tienen su origen en el mismo Dios. Más aún, quien con espíritu humilde y ánimo constante se esfuerza por escrutar lo escondido de las cosas, aun sin saberlo, está como guiado por la mano de Dios, que, sosteniendo todas las cosas, hace que sean lo que son» (GS 36,2)" (C.I.C159).

En síntesis, la fe es una gracia de Dios pero además es una acto libre y voluntario del hombre. Creer en Dios que nos salva de la muerte y del pecado no es un acto absurdo. En primer lugar porque nuestra razón tiene un límite en sus modos de conocer. En segundo lugar, porque la fe ilumina con su gracia y busca comprender mejor los designios de Dios que es Amor.

Hasta aquí el texto teórico sobre la fe. Pero toda lectura requiere de un análisis para su mayor comprensión. Por este motivo te propongo un desafío. Deberás ver la entrevista al Filósofo y matemático Bertrand Russell y responderle según la explicación que acabas de leer. 

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